Y si el tiempo me llevara atrás, sería peor de lo que fui.
No  soy lo que fui, pues dejé de serlo   y sin pensar cambiar,
caería cuantas mismas veces en los mismos errores,
rompería las mismas veces las mismas promesas,
le faltaría más veces a mi palabra y fumaría más de lo que fumé.

Escribiría el triple de lo que escribo, y amaría menos de lo que digo.
No arreglaría lo que rompí, ni haría lo que no hice.

No aprovecharía la oportunidad de corregir mi vida.
No me quedaría sin mis historias, sin mis heridas, sin mis lágrimas y sin tu partida.

Quizá cometería el triple de errores. Hoy es cuando agradezco haber hecho lo que hice,
porque lo que fui no es la esencia de lo que soy.
Y si sigo, es porque mis errores no fueron suficientes para él. aunque fueron suficientes para mi.
Todos mis recuerdos hoy son cicatriz, que no duele, ni lastima pero hace feliz.

No me afana el correr de la vida, la dejo fluir a su manera,
soy un cuerpo que se mueve en un fluir de años sin lucharle a la corriente.

Me fumo cada día como si fuera el primero. Toso mis pecados y escupo manchas rojas por cada
año.
Me angustia el tiempo estancado que como agua de pantano  apesta por cada día desperdiciado
me bebo los minutos que malgasto pudiendo ser humo entre tus brazos.

Fui las cenizas que escribí, soy las brasas con las que escribo y
algunas veces cuando estoy contigo, soy el fuego en pecho.

Soy náufrago de mis letras. Soy verdad a medias.
Soy ideas inconclusas, soy excusas de excusas.
Soy un poema mio, un texto básico.

A lo largo de mi vida he sabido desaprovechar cada oportunidad que un Dios me ha puesto
he sido terco, necio y bastante hijueputa.

No le puedo reclamar a la vida, porque justo hoy día me he puesto en el conteo de las
cosas que la vida me ha puesto y he sabido arruinar.
En mis intenciones actuales no está enmedar cada error,  no me veo yendo atrás  a encontrar mi camino
tampoco pienso seguir como voy. Hasta el día de hoy he aprendido mucho y justo hoy aprendí algo más.

Entre las cosas que he aprendido, está no publicar con sentimiento. porque lo que hoy me gusta mañana
me disgusta, hoy veinti cuatro de agosto escribo esto, pero lo dejo quieto. Si en una semana  me sigue gustando
quizá lo publique.

La vida es una sola, llena de errores, llena de oportunidades. Hay que saber mover cada pieza. Pero es más importante
tener la mente fría y el corazón caliente. Para actuar como un animal racional. Lleno de vida y de oportunidad.

A diario vemos cosas y pensamos en escribirlas, en recordarlas por siempre, en tener algo que nos transporte a ese
momento exacto. Por eso evolucionamos y estamos en constante cambio. Cuando el papel dejó de ser suficiente para algunos, se inventaron las fotografías ,que fueron suficientes hasta que los momentos se hicieron largos y se vio la necesidad de fotografías con movimiento.

A mi por el contrario me bastó el papel y el lapiz. A diario escribo libros
cortos,  Libros de una página. Libros que no necesitan audio para ser oidos, ni fotografías para ver de lo que escribo.

Escribo de la vida, de lo que me pasa, de lo que imagino cuando estoy en el avión. Me fascino del mundo y sus errores.
Escribo versos de mis males, incluso de los mares. Soy la tinta que marca el papel para volverlo algo que se gusta
de leer.

Te conozco de hace tiempo y conozco tu virtud.
conocí la tranquilidad, la falta de ansiedad
y también eso a lo que se llama «seguridad»

Te conozco suficiente  y el reloj se detiene.
te vuelves rutina y  cansas.

Empiezo a cuestionarme, no sé si te quiero en mi vida.
no sé si esto contigo se llame vida.

Eterno en tu ausencia, débil en tu presencia.

Conozco de ti, conozco tus males, tus opacos despertares.
¿qué pasó en la cualidades? ya no se sienten, ya no se ven,
ya se apagan.

Ya no sorprendes. Te conozco totalmente .

Voy a fumarte una última vez. un último aliento,
un eterno recuerdo y un sin fin de agradecimiento.

No seré esta vez quien le escribe a la luna,
no habrá letras para ninguna estrella.

Escribiré  y no a tus ojos.

rayaré el silencio de tu boca con mis labios,
sofocaré el silencio de tu cuerpo con mis manos.

Despertarás con mi alma entre tus brazos y sabrás
que ha valido cada verso, que no ha sido en vano
mi recuerdo.

Que la vida es un oceano y tú  agua y yo sal.

No será esta vez  que se acorte la distancia,
Mañana  no habrá casualidad acordada.

No se extinguirá mi llama, no esta vez.

Te cambio las risas por besos, los llantos por versos
la mala gana por un vestido de gala pa bailar conmigo
al ritmo de un motor con el corazón revolucionado al verte
tan cerca y no saber si serás o seremos juntos.

Me  salvas de ahogarme en tus pupilas que han visto más naufragios
que el oceano antártico y el calor de tu mirada  me prende una vela
en el corazón  y con un gesto me hace entender el significado
del  amor.

Después del ocaso es más brillante tu sonrisa que me sirve de guía
si un día a la deriva me encuentro.

Te extendí mi alma y me tomaste por completo.

Mi vida es un completo desacierto, una colección de errores. Basada en el camino equivocado, en estar aislado,  en buscar el rumbo con los ojos cerrados y en ir errando. Me considero un fracasado, incluso en fracasar, porque de tanto mal camino llegué a mi destino, porque cerrando los ojos me encontré conmigo y aun ausente de lograr mi libro tengo diez paginas a medias y en cada una de ellas un montón de letras.

En mi pecho se ha prendido fuego como se ha desatado el invierno,
perdí mi alma en el desecuentro y llené el espacio de sentimiento.

Empecé a plasmar recuerdos guardando en cada uno una parte de mi
aliento, me llené de sueños estando despierto y al caer dormido
soñé contigo.

Nostros los humanos necesitamos creer,
no hablo de Dios ni de santos,
hablo de la vida misma que se nos pasa por los ojos,
hablo de cada día, de cada verso, de cada sol que vemos
hablo de sentimientos vivos y sinceros,
no hablo de amores pasajeros, ni del físico afecto
Hablo de lo espiritual, de lo que reflejan los ojos de un animal
del instinto mismo y el punto de paz,
de levantarse temprano y salir a caminar,
de alimentar el alma para que ella alimente al cuerpo,
Hablo de fe.
de la  convicción, de la seguridad, de ese día en el que nada te sale mal.